El ardor sulfurante
que nació impetuoso
en el río de sangre
que corre caudaloso por mis venas...
Fue parido por el abismo sin fin
que abrió el pantano de tu olvido
donde sin tregua mi destino
quedó atrapado entre cadenas...
Con la frente mojada
repito tu nombre como una protesta...
Mi cuerpo se desgaja
cada segundo que te piensa
cada minuto que pasa
sin tener de ti respuesta...
sin saber dónde estás
sin saber por qué te has ido
cuando tu lugar es aquí conmigo
en esta casa, en esta pieza...
Pero te llamaré por siempre
en mi despierta locura
en mi dormida cordura
con un gemido desfalleciente
Te llamaré con un silencio
que solo tú podrás escuchar
te llamaré muy a mi pesar
hasta llegar a tus mazmorras
Te llamaré por tu nombre a solas
para que nadie venga en tu lugar
te llamaré al anochecer y al despertar
con mi voz casi rendida
te llamaré con mi vida
hasta que decidas regresar...
Jessica Carrasco